Auckland, Nueva Zelanda – Un jurado neozelandés declaró este martes culpable a Hakyung Lee, de 45 años, por el asesinato de sus dos hijos, cuyos cuerpos fueron ocultados en maletas y permanecieron en una unidad de almacenamiento durante más de tres años.
Los restos de Minu Jo, de 6 años, y Yuna Jo, de 8, fueron hallados en agosto de 2022, luego de que un comprador adquiriera el contenido de un casillero abandonado en una subasta en línea. El hallazgo conmocionó al país y dio inicio a una investigación internacional que culminó con la captura de Lee en Corea del Sur y su posterior extradición a Nueva Zelanda.
Según la Fiscalía, Lee actuó con «frialdad calculada», motivada por un deseo egoísta de comenzar una nueva vida sin la responsabilidad de sus hijos. Durante el juicio, se reveló que la mujer administró medicamentos antidepresivos a los menores antes de asesinarlos, en hechos ocurridos en 2018.
Poco después del doble homicidio, Lee huyó a Corea del Sur, donde vivió bajo una identidad falsa hasta su arresto en 2022.
La defensa argumentó que Lee padecía un trastorno mental severo y que los asesinatos ocurrieron durante un episodio de depresión grave. No obstante, el jurado rechazó la defensa de locura, dando mayor peso a las pruebas presentadas por la fiscalía, liderada por Natalie Walker, quien subrayó que el crimen fue planeado y ejecutado con plena conciencia de sus actos.
El juez Geoffrey Venning ordenó que Lee permanezca bajo custodia hasta la audiencia de sentencia, programada para el próximo 26 de noviembre. En Nueva Zelanda, el asesinato conlleva una pena obligatoria de cadena perpetua, aunque los jueces deben determinar un periodo mínimo de prisión antes de que el condenado pueda solicitar libertad condicional.
El caso ha generado amplio debate en la sociedad neozelandesa sobre la salud mental, la protección infantil y los sistemas de control en servicios de almacenamiento.