27 septiembre, 2025

Romper el silencio: la LSM como puente hacia una sociedad más justa

Hoy, 23 de septiembre de 2025, México se suma a la conmemoración del Día Internacional de las Lenguas de Señas, proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en noviembre de 2017 para observarse cada año a partir de 2018.
Esta fecha tiene como objetivo fundamental visibilizar la importancia de las lenguas de señas para el ejercicio pleno de los derechos humanos, la inclusión social, la igualdad y la no discriminación.
Realidades mexicanas: datos que importan
En México, se calcula que hay cerca de 2.4 millones de personas con discapacidad auditiva, de acuerdo al INEGI.
De estas, una parte importante enfrenta barreras significativas para comunicarse, para acceder a la educación, la salud, la justicia y servicios públicos.
La Lengua de Señas Mexicana (LSM) fue reconocida oficialmente como lengua nacional desde 2005, mediante el Día Nacional de la Lengua de Señas Mexicana, y forma parte del patrimonio lingüístico nacional.
Se estima que entre 195 mil y 200 mil personas hablan la LSM como lengua nativa en México.
También hay señaladas cifras sobre la población sorda que “no habla” LSM, lo que implica barreras adicionales de comunicación y acceso a servicios.
Desafíos persistentes
Aunque la LSM tiene reconocimiento legal y es celebrada institucionalmente, persisten desafíos estructurales:
Accesibilidad educativa

Muchos niños y niñas con sordera no tienen acceso pleno a escuelas con maestros capacitados en LSM. La falta de intérpretes certificados y materiales pedagógicos adaptados limita su inclusión.
Comunicación con servicios públicos y gobierno
A pesar de que en algunos espacios oficiales (como conferencias, mensajes presidenciales) se ha incluido interpretación en LSM, el servicio no es inmediato ni universal. Esto hace que muchas personas sordas dependan de familiares para interactuar con instituciones.
Reconocimiento, identidad y cultura
La comunidad sorda reivindica la lengua de señas como base de identidad cultural, con su propia gramática y estructura, no simplemente como un apoyo complementario al lenguaje oral. A pesar de ello, existe desinformación y prejuicios sobre su naturaleza lingüística.
Recursos y voluntad política
Muchos estados y municipios carecen de políticas sólidas para entrenar intérpretes, producir materiales en LSM, y garantizar que la lengua sea parte efectiva del derecho a la educación, salud, justicia y servicios de emergencia.
El Día Internacional de las Lenguas de Señas nos recuerda que la comunicación no es un privilegio, sino un derecho humano esencial. En México, la Lengua de Señas Mexicana representa más que un idioma: simboliza identidad, pertenencia y dignidad para millones de personas que han sido invisibles durante mucho tiempo. Reconocerla no basta; es necesario que su uso, protección y promoción se traduzcan en acciones concretas que garanticen la inclusión plena.