14 octubre, 2025

Investigan muerte de adulto mayor por presunta negligencia médica en el ISSSTE

Siguen pasando los sexenios y el sistema de salud federal continúa sin mejorar. Esta vez no fue diferente, pues derivado que el paciente no estaba “tan enfermo” o al punto del desfallecimiento para atenderlo de urgencia, una familia quedó enlutada por la muerte de su ser querido.
Pese a tener un diagnóstico previo de una enfermedad autoinmune rara que inflama los vasos sanguíneos y puede comprometer órganos como los riñones y pulmones, denominada poliangitis granulomatosa, así como una posible falla renal, según resultados análisis, la Clínica Hospital del ISSSTE en Matehuala, no prescribió ningún medicamento a un adulto mayor y solo determinó que presentaba deshidratación; 2 días después falleció en un nosocomio privado.
Todo ello lo señala la Recomendación 107/2025 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), dirigida a la dirección general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
Según el expediente CNDH/1/2024/14975/Q, el 4 de octubre de 2024 ingresó al servicio de Urgencias de la clínica camelense con la sintomatología y el citado cuadro referido, No obstante, no fue valorado en su grado de importancia por el personal médico que le brindó atención del cuadro clínico, limitándose a señalar que presentaba deshidratación, sin prescribir tratamiento adicional alguno.
Al día siguiente y ante la falta de atención médica adecuada y el deterioro progresivo en el estado de salud, su hija solicitó el alta médica voluntaria para trasladarlo a un hospital privado para su atención.
Ese mismo día, fue ingresado al servicio de Terapia Intensiva, sin embargo, debido al agravamiento de su estado clínico, lamentablemente falleció el 6 de octubre de 2024, que según la hija del paciente, se debió a la insuficiencia renal aguda y poliangitis granulomatosa.
El primer doctor en atenderlo refirió que presentaba deshidratación, pérdida de apetito, alucinaciones y que no había presentado micción, sin que precisara cuánto tiempo llevaba sin orinar; además que contaba con los diagnósticos de poliangitis granulomatosa y polineuropatía, afecciones autoinmunes, de las cuales no hizo mención de su tratamiento. Parte de la prescripción fue administrarle diurético para que orinara.
Al respecto, el dictamen en medicina de la CNDH señaló que, aunque el paciente presentó manifestaciones clínicas compatibles con deshidratación, como lo son la palidez de piel y tegumentos, y la poca turgencia, a fin de evaluar la función renal, el médico no mencionó los niveles elevados de creatinina, de urea, y BUN, pues la elevación conjunta de estos marcadores sugiere una falla renal aguda.
Resolvió que toda vez que el médico no dio manejo ni explicó el motivo de la elevación de la presión arterial que presentó, y considerando que la hipertensión arterial se asocia a la falla renal aguda, la ausencia de manejo y de una explicación, contribuyó a la falta de una atención médica integral.
En seguimiento al derechohabiente, ese mismo 4 de octubre, el segundo médico reiteró las notas realizadas por su colega anterior, y en la que no describió ningún cambio al manejo previo, por lo que continuó con la aplicación del mismo medicamento diurético y sólo agregó posición semi Fowler28, así como vigilancia del estado neurológico, hemodinámico y respiratorio.
Por dicho motivo, dictaminó que ambos galenos no realizaron nota de revaloración ni solicitaron interconsulta a los servicios de nefrología y reumatología para que confirmaran o descartaran la enfermedad y brindaran un tratamiento multidisciplinario.
No conforme con ello, la indagatoria corroboró que el tercer doctor no envió al paciente a la Unidad de Cuidados Intensivos, pues dada su condición, cumplía con los criterios de ingreso que se establecen en el apartado 5.5.1.1.240 de la NOM-de las Unidades de Cuidados Intensivos,
Subrayó que, aunque egresó bajo una alta voluntaria, ello no exime que, para ese momento ya se había consumado un daño significativo a su estado de salud, el cual fue resultado de las omisiones en la vigilancia clínica, la falta de un abordaje diagnóstico adecuado y el manejo insuficiente de sus condiciones médicas.
En suma, acreditó que las acciones y omisiones antes mencionadas, además de evidenciar una falta de apego y seguimiento en la atención médica que se le brindó al adulto mayor, contribuyeron con el deterioro y agravamiento de su estado clínico; lo cual desencadenó en su fallecimiento, vulnerando con ello su derecho a la vida.
“Omitieron (3 médicos) la adecuada atención médica que requería para su padecimiento, así como un tratamiento idóneo y oportuno, lo cual incidió en la vulneración a sus derechos humanos a la protección de la salud, a la vida y al trato digno”, remarcó.
Ahora y sumado al pronunciamiento de la CNDH, la hija del hoy occiso presentó denuncia por la negligencia médica que le costó la vida a su padre ante la Fiscalía General del Estado (FGE), instancia que resolverá la investigación en materia penal.