Cortesía: Agencia de Noticias
Por: EldeNegro
San Luis Potosí, SLP.- Dentro de todos los ámbitos políticos sucede siempre que la guerra del poder se ve manifiesta ante los grupos al interior y el Gobierno del Estado no es cosa ajena.
La característica más notoria de este Gobierno de Juan Manuel Carreras ha sido la guerra mediática contra adversarios propios y ajenos, tal como vimos la enlodada que han hecho a diputados con el objetivo de someter a un poder del Estado a su arbitro, usando periódicos para difamar y denostar a sus contras y adversarios.
Pero ahora, a menos de tres años de que deje el poder, dicha guerra de lodo mancha a sus propios funcionarios pues el mismo Secretario de Gobierno quien en su pasado dirigía un medio de comunicación ha perdido el control de lo políticamente razonable, por ello vemos balconeadas vengativas burdas en demasía como contra el Secretario de Finanzas, a quien señalaron por supuestamente no querer pagar pensión a una hija no reconocida, o que tal las amenazas al titular de la CEA (comisión estatal del agua) quien ha sido amagado con su propia hermana acusada en redes sociales de ilícitos inventados pero muy tomados en cuenta por este Gobierno y demás funcionarios incomodos para el mismo Secretario de Gobierno y su hijo como el caso Yvette Salazar, hasta llegar al último caso del tal afamado Ulises Valencia.
La balconeada no fue de gratis, de una propiedad de 4 millones de pesos que comprara el abogado chilango, lo cual llama la atención pero no más que el nuevo penthouse de super lujo de Daniel Pedroza, pero bueno, el primero se negó a facilitar firmas y anuencias de dudosa legitimidad mientras el segundo vive en la complicidad.
Es así que mientras el Gobernador y su Secretario de Gobierno juegan a la política, usando la difamación como principal arma, degustando el sufrimiento de unos y convirtiéndolos en la comidilla de otros, se les acaba su tiempo de reinado y entra una nueva legislatura donde las baterías se apuntan precisamente a estos y los bienes de sus hijos y allegados podrían convertirse en la nota del día de mañana, pues a final de cuentas en este juego el que se lleva se aguanta.
El tiempo nos dará la razón.
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